martes, 25 de noviembre de 2008

nueva vida, nueva gente


Aún no tengo claro cuando fue que tomé la decisión de irme de casa, sólo tengo en mi mente la imagen de mi cogiendo el teléfono y diciéndole a mi tía que viviría con ella.

Al inicio fui muy egoísta, no pensé si me extrañarían en casa, lo único que tenía en mente era salir de esa jungla llena de problemas que tenía en casa.

Ya pasaron casi cuatro mese desde que deje mi casa , para que ésta sólo se convierta en mi casa ocasional de fin de semana.

Ya me acostumbre, a esta nueva vida sé que fue lo mejor, pues alcance la tranquilidad que hace mucho anhelaba, pero sé que en La Molina, distrito que decidí dejar, aún hay mucha gente que quiero.

A veces extraño a Fátima quien cada vez que llego me recibe con un abrazo y a quien también tengo que mentirle cada domingo diciéndole que me voy a trabajar para que pueda sacar su pequeño cuerpecito de la puerta y me deje salir de casa.


Veo a mi mamá despidiendose con mucha nostalgia y esperando a que llegue viernes para que pueda volver a ver a su hija


Sólo intento pensar cada día que es la mejor decisión y que todo pasa por algo.