18 años después.

Marylene, está limpiando la casa, casa que durante estos nueve meses de espera se convirtió en su refugio, escucha música balada, pues la relaja. -¡Ay que dolor!- piensa luego de sentir un hincón, pero no le toma atención, de pronto siente bajar un líquido entre sus piernas , ese líquido de que toda mujer que conoce y que ya ha tenido un bebe le habló, ¡Dios mío ya es hora¡ , dijo asustada , llama a su hermano menor, su compañero inseparable y como la situación económica no da para más y el dolor no lo amerita , deciden irse en micro, ella a sus 18 años y muy pronto a cumplir los 19, está muy tranquila , quiere ver el rostro con el que tanta veces soñó.

¡Baja en bravo chico!, dice esta niña, que se convirtió en mujer y que pronto será madre. Su hermano se esconde debajo de la camilla donde llevan a su hermana, ¡Revísenla! gritan a lo lejos, por otro lado, llega su madre y el papá de la bebe, claro él más nervioso que la mamá y la abuela juntas, su hermano sale luego de un rato, pues descubren su travesura.
¡Es primeriza, todavía le falta, todas las primerizas son escandalosas! Mari observa a la enfermera pero está tranquila, al fin y al cabo ella no sentía tanto dolor ni gritaba como las 30 chicas más que estaban con ella en ese pabellón.
Por fin se acerca, piensa ella, al ver a una enfermera acercarse. ¡Hijita ya estás en 9!, dice la enfermera, pero ella no ha sentido gran cambio en su cuerpo, la llevan a la sala de parto y en dos empujones siente, que se desprende suavemente ese pequeño y anhelado bulto, ¡es niña!, grita el doctor, y le ensaña a una niña muy gordita , muy parecida a esos chichobelos con los que ella jugaba de niña a ser mamá y que ahora se torna realidad, ¡que nombre le pondrás!, le pregunta y ella no duda en decir Kayle Joan , nombre que eligió con quién en ese entonces fue su gran amor y el gran cómplice para que este día 4 de diciembre día en el que nací y que hasta ahora sólo era un sueño , se transforme en realidad.