La cena del engaño.

Yo , una niña de seis años estoy con mamá en casa, papá trabaja en la Universidad Agraria y hoy le tocó turno de noche.

¡Mamá vamos a llevarle comida a mi papá!, es lo que le digo para ir a ver a mi padre en su trabajo e insisto hasta convencerla, calienta la comida, la cual nunca fue entregada por lo que sin imaginarlo pasaría después.

Llegamos a la universidad, lugar donde se desarrolla la feria Molinense, yo con la emoción de ver a mi papá y con la preocupación del rostro de mi madre, entramos y caminamos casi 10 cuadras, cuadras que hubiera preferido no recorrer, llego al lugar y veo el carro en el que trabaja papá y observo que la luz que colgaba del carro, se mueve muy ágilmente en un vaivén, mamá retrocede y yo como una cría de animal , con mi corta edad.

Me escondo de entre sus piernas, observo y veo a mi padre, mi apa, revolcándose con una mujer que no es mi mamá, sentía como mi héroe , la persona con la que siempre jugué, con quién compartí mi vida, me la destrozaba en solo 10 minutos, corro con mi mamá , quien por cierto sabía del engaño, creo, pero quiso evitar ese dolor como toda madre, mi padre sale nos ve y nos sigue con el carro, baja del auto y dice que no es lo que pensamos, pero en ese momento solo creo en lo que veo, la mujer se quedó dentro del auto y cuando mi mamá y yo nos alejamos veíamos como ellos seguían discutiendo en el auto observo a mi papá botándola del auto, pero eso no solucionaba nada todo ya estaba hecho.

La comida nunca se entregó, mi papá se quedo con al mujer y yo aprendí con el tiempo a perdonar , hoy papá es mi mejor amigo, tiene su señora, que por cierto es la misma mujer con al que lo encontré esa noche y quién me regalo más adelante a mi hermano, sólo le puedo decir hoy a mi papá “te perdono”.